Del 6 al 18 de noviembre se lleva a cabo en Egipto la edición 27 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27). En ella se reúnen diversos líderes mundiales para buscar soluciones y alternativas para combatir la apremiante situación climática que nuestro planeta se enfrenta.
De manera general, este evento dio inicio con el objetivo y la expectativa de que se garantizará plenamente la aplicación del Acuerdo de París, en un contexto donde los fenómenos climatológicos adversos se tornan cada vez más severos, mientras gran parte de los gobiernos del mundo muestran una falta de ambición para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Qué ha sucedido hasta ahora en el evento?
Hasta el momento, ha sido muy notorio el desinterés de muchas naciones hacia el evento. Las razones para ello son diversas, pero entre las más importantes destaca el tenso ambiente geopolítico que se vive a raíz del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y las crecientes fricciones entre Estados Unidos y China.
El mismo evento ha estado marcado por la polémica frente a situaciones como el patrocinio por parte de Coca-Cola, considerada una de las compañías más contaminantes del planeta, o el hecho de que el país sede, Egipto, enfrenta acusaciones por violaciones a los derechos humanos, Sin embargo, esto no ha impedido que ciertas propuestas y compromisos hayan sido puestas sobre la mesa.
Por ejemplo, México ha anunciado un aumento en su recorte de emisiones de gases de efecto invernadero, el cual ascenderá de un 22 a un 35%, mediante una mayor inversión en energías limpias por los próximos ocho años. Por su parte, Estados Unidos hizo un compromiso similar, en este caso: cumplir su meta de recortar sus emisiones entre un 50% y un 52% para el año 2030.
Mientras tanto, Colombia planteó un decálogo donde se destaca una inversión de 140 millones durante 20 años para el rescate de la selva amazónica. En el documento, llama a definir fechas límite para abandonar y desvalorizar el consumo de hidrocarburos. De igual forma, convoca a poner fin a las guerras, cuya destrucción no se limita a lo material y a las personas, sino también al medio ambiente.
¿Qué es lo que se puede esperar?
A diferencia de ediciones anteriores, la COP27 no es muy prometedora en vista del gran desinterés y los cuestionamientos hacia el evento, además de los pocos compromisos y propuestas surgidos hasta el momento.
A reserva de lo que los líderes participantes puedan plantear en los días restantes de esta conferencia, la cual concluirá el próximo 18 de noviembre, el panorama es poco alentador, y todo apunta a que esta vez no podremos esperar propuestas más que relevantes, urgentes, pues las consecuencias del cambio climático son cada vez más visibles y severas.