Cada vez se vuelve más común hablar de que los avances tecnológicos han impactado significativamente en diversos ámbitos de la vida. Uno de ellos, como no podía ser de otra manera, es el de la sostenibilidad.
Esto se traduce en diversos ejemplos de nuevas tecnologías que han aparecido para lograr una mayor eficiencia en gran variedad de procesos, y, por ende, más productividad; pero no solo eso, sino también un mayor respeto y conservación del medio ambiente. Vale la pena conocer un poco sobre algunos de estos ejemplos y la manera en que contribuyen al desarrollo sostenible.
Baterías de hidrógeno
Su uso más común es en los vehículos eléctricos. Este aditamento libera calor y produce energía a demanda, a partir de una reconfiguración molecular del hidrógeno y el oxígeno. Gracias a ello, no es necesario generar combustión a partir de combustibles fósiles (como gasolina o diésel) o recargar baterías eléctricas.
Inteligencia Artificial (IA)
Este avance de la tecnología ayuda a las empresas a alcanzar una mayor eficiencia y productividad con menos recursos. La IA recaba, analiza y procesa la información y tareas de las empresas para ejecutar acciones de forma automática, optimizando el trabajo humano. Además, la IA aporta soluciones para combatir los retos actuales en temas como el cambio climático, la contaminación ambiental o acuática; por ejemplo, con robots detectores de niveles de polución.
Computación en la nube
Cada vez más compañías recurren a este recurso gracias a su practicidad y sostenibilidad. Los sistemas basados en la nube permiten almacenar archivos, agilizar el uso de software o aplicaciones empresariales, prescindir en gran medida de la infraestructura física, evitar el uso de papel, de recursos de hardware como servidores e incluso de mobiliario para tener miles de documentos archivados.
Combustibles líquidos solares
Esta no solo es una tecnología sostenible, sino también una fuente de energía renovable. Su proceso de combustión se apoya en catalizadores que se activan con la luz solar para separar el hidrógeno del agua y utilizarlo para convertir el dióxido de carbono en hidrocarburos. De esta manera se aprovecha el CO₂ al convertirlo nuevamente en combustible y evitar su contacto con el medio ambiente.
Agricultura de precisión
Hoy en día, una práctica milenaria como la agricultura ha sido capaz de incorporar avances tecnológicos como el GPS, sensores o software de análisis para lograr un mejor rendimiento y calidad de los productos, así como aprovechar de manera precisa y responsable recursos como el agua y los fertilizantes.
Firma electrónica
Con el fin de reducir la demanda de papel, y con ello minimizar la deforestación y sus consecuencias, han surgido soluciones digitales como la firma electrónica para avalar diversidad de transacciones o trámites para los cuales todavía hoy se siguen requiriendo cantidades excesivas de papel.
Celdas solares
Aunque esta tecnología no es tan reciente, no por ello deja de ser sostenible. Esto reside en utilidad para captar la luz del sol y convertirla en electricidad. Además, el desarrollo de esta alternativa ha avanzado a tal grado que hoy existen paneles solares que son capaces de surtir electricidad incluso en la noche.
Afortunadamente, existen muchas soluciones tecnológicas para proteger al medio ambiente, reduciendo las emisiones de gases contaminantes y los residuos de papel.