En un contexto global de aumento de emisiones de CO2 y creciente preocupación por la crisis climática, los datos revelados por el Foro Económico Mundial y el análisis de la firma de consultoría sectorial han puesto en relieve los sectores y empresas más prominentes en el panorama de la contaminación en Latinoamérica.
Es preocupante observar que, de acuerdo con las cifras recopiladas, se identificó que ocho sectores económicos son responsables de más del 50% de las emisiones globales de CO2. Estos sectores, encabezados por la industria alimentaria con un 25% de las emisiones, también incluyen construcción (10%), moda (5%), consumo masivo (5%), transporte (5%), electrodomésticos (2%), servicios profesionales (2%) y automotor (2%). Estas cifras resaltan la necesidad de una transición urgente hacia prácticas más sostenibles empresariales en nuestra región.
Además, el informe del Boston Consulting Group (BCG) que ha evidenciado una preocupante falta de transparencia en las mediciones de emisiones de las empresas a nivel global. Apenas un 10% de las empresas consultadas llevaron a cabo una medición exhaustiva de sus emisiones en el 2022, con un estimado de error del 25% al 30% en dichas mediciones. Estos datos subrayan la urgencia de una mayor responsabilidad y transparencia empresarial en la lucha contra el cambio climático.
Asimismo, el informe del BCG revela que las empresas podrían obtener beneficios financieros considerablemente significativos al reducir sus emisiones, con más del 70% de los encuestados previendo ganancias anuales de al menos US$1 millón por reducción de emisiones. No obstante, el desempeño en Latinoamérica para la reducción de emisiones es inferior, ya que solo un 9% de las empresas en la región ha logrado cumplir con sus objetivos, cifra que está por debajo del promedio global del 17%.
En respuesta a la crisis climática, el Foro Económico Mundial ha propuesto una serie de palancas de abatimiento, centrándose en la eficiencia de procesos y materiales, soluciones basadas en la naturaleza, captura de carbono, energías renovables, circularidad y cambio de combustibles. Estas estrategias, según Sectorial, podrían ser clave para alcanzar la neutralidad de carbono y cumplir con los objetivos de reducción de emisiones.
A pesar de las propuestas de soluciones, las organizaciones ambientalistas, como Greenpeace, hayan subrayado que los compromisos actuales de reducción de emisiones no son suficientes para limitar el calentamiento global. El llamado a la acción se ha vuelto más apremiante con advertencias sobre los límites planetarios y la necesidad de un enfoque más integral y comprometido por parte de las empresas y los sectores industriales.
Los especialistas también proponen la implementación de bonos verdes y bonos de carbono como herramientas financieras que podrían impulsar proyectos sostenibles en la región. Sin embargo, existe la posibilidad de que estas iniciativas pierdan su efectividad con el tiempo si no se abordan los problemas estructurales subyacentes.
En respuesta a estas preocupaciones, diversas voces de la industria han enfatizado la importancia de una transición energética sólida y bien preparada, destacando la necesidad de reforzar la infraestructura eléctrica y promover el uso de energías renovables.
También se ha planteado la integración de tecnologías más sostenibles y la mejora de la eficiencia energética como prioridades fundamentales en la lucha contra el cambio climático
La crisis climática en Latinoamérica y a nivel global exige una respuesta inmediata por parte de los sectores y las empresas más contaminantes. La transición hacia prácticas más sostenibles y la adopción de tecnologías más limpias son esenciales para asegurar un futuro más saludable y sostenible.
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