México.- La crisis sanitaria dio muchas lecciones a la humanidad en diversos campos del desarrollo, llevándonos a repensar la manera en la que nuestro consumo en actividades cotidianas como el turismo, impacta en el mundo.
Como parte de esos cambios de perspectiva, ahora los viajeros prefieren destinos y productos que priorizan la inclusión, la diversidad y las prácticas ambiental y socialmente responsables, por lo que debería ser una prioridad para las empresas y proveedores de servicios turísticos adoptar nuevas medidas que garanticen el cumplimiento de estas necesidades.
Las tendencias actuales del sector turístico incluyen experiencias con un propósito y están relacionadas con el bienestar social y personal, la integración y la sostenibilidad. Necesitamos crear estrategias que permitan la integración del turismo a estructuras de seguridad, y al mismo tiempo promover mecanismos para viajes más fáciles e inclusivos.
Mientras el mundo avanza hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aquellas marcas de turismo que no adopten estas medidas, quedarán atrás en las preferencias de los viajeros.
Los modelos están cambiando. Necesitamos generar un turismo que trascienda y que tenga como objetivo principal crear espacios turísticos integradores, es decir, desarrollados para que cada persona pueda disfrutarlos, bajo las mismas condiciones sin distinción alguna. Dejando de lado las diferencias y aceptando la diversidad. Quienes no lo hagan quedarán lejos de la mira de los viajeros.
Desde el Día Internacional del Turismo de 2016, la Organización Mundial del Turismo (OMT), puso en relieve la necesidad de fomentar un turismo accesible para todos: personas con capacidades distintas, ciudadanos de la tercera edad y familias que viajan con niños. Desde entonces diversos actores del sector han procurado promover la inclusión, aunque, a decir por Madariaga, los esfuerzos siguen siendo insuficientes.
La accesibilidad en el turismo es una responsabilidad compartida de todos los actores que se involucran en la cadena de valor del turismo, y es también una oportunidad de negocio para las empresas, los proveedores de servicios y los destinos. Mil millones de personas en todo el mundo que viven con discapacidad, junto con niños pequeños, ancianos y personas con otras necesidades, todavía se enfrentan a obstáculos al viajar, tales como información clara y fiable, transporte eficiente y servicios públicos, y un entorno físico exento de barreras.
De acuerdo con estimaciones de la OMT, en 1950 había 25 millones de turistas internacionales, y para el 2030 prevé que sean al menos 1.8 mil millones. De ser así, dice Madariaga, es indispensable implementar medidas desde ahora para un desarrollo sostenible.
El crecimiento conlleva responsabilidad y el sector necesita incorporar prácticas sustentables, incluyendo a los turistas. No habrá un sector del turismo en el futuro si no está cimentado en principios de sustentabilidad, tales como la protección ambiental, la preservación cultural y el respeto por las comunidades locales.
Desde varias trincheras como el gobierno, asociaciones civiles e iniciativa privada, se busca crear conciencia sobre las problemáticas ambientales y contribuir con las organizaciones en la promoción del desarrollo sostenible.