En lo que va de este año, se ha presentado la oportunidad de analizar el pasado de la industria turística. Más concretamente, de los años en los que la pandemia de COVID-19 azotó a toda un industria y cómo es que hoteleros, transportistas, destinos turísticos enteros y autoridades han tenido que unir esfuerzos para encaminarse hacia la recuperación.
El sector ha tenido que desarrollar un enfoque amigable y responsable con el planeta, las personas y la concepción de la hospitalidad. Estas tendencias definirán el rumbo del turismo, que se vislumbra con un panorama positivo. Asismismo, se contemplan cuatro pilares que regirán a la industria en los próximos meses.
Preservación biológica
La preservación de la diversidad biológica es una necesidad cada vez más apremiante. El sector turístico no solo debe buscar la conservación de la diversidad biológica en sus destinos, sino también fomentar la resiliencia de los ecosistemas a través de actividades recreativas y de concientización. Proyectos de preservación y educación sobre la fauna y flora han adquirido un papel protagonista en las grandes corporaciones.
Reducción de plásticos
La reducción del uso de plásticos será otro tema clave en 2023. Aunque antes de la pandemia se había avanzado considerablemente en esta área, se pondrá nuevamente énfasis en la eliminación total de los plásticos en los centros de consumo de los principales operadores turísticos. A nivel global, con la ayuda de la ONU, se está desarrollando un marco legal para prohibir definitivamente los plásticos en 2024.
Turismo sustentable
El turismo en contacto con la naturaleza será una tendencia destacada. Los turistas buscan experiencias que les permitan estar en contacto con la tierra, descubrir pequeños pueblos en lugares remotos y participar en actividades de bienestar. El ecoturismo, el turismo de aventura y el turismo rural liderarán las preferencias en 2023, lo que supone un desafío para ofrecer experiencias auténticas y en armonía con el entorno.
Por último, existen tres destinos que sobresalen por sus prácticas de turismo sostenible, que valen la pena mencionar debido a su destacado enfoque en la sostenibilidad y la preservación del entorno.
Eslovenia, por ejemplo, se ha convertido en un referente de agroturismo gracias a sus circuitos turísticos que promueven el contacto directo con granjas orgánicas, queserías y viñedos. Además, su programa Green Scheme ha consolidado a Eslovenia como uno de los destinos líderes en turismo sustentable.
Botsuana es otro destino destacado, donde el turismo comunitario ha impulsado el crecimiento de pequeñas localidades al sur de África, permitiendo a los visitantes adentrarse en la vida silvestre de lugares remotos, al tiempo que se promueven iniciativas de conservación y la lucha contra la caza furtiva.
Finalmente, Las Azores, un archipiélago portugués conocido por el avistamiento de ballenas y sus aguas termales, ha implementado diversos programas sustentables y se ha ganado el reconocimiento como un destino de turismo sostenible debido a sus prácticas ecológicas y respetuosas con el entorno.
Estos destinos ejemplifican el compromiso y la innovación en la promoción de un turismo responsable y sostenible, sirviendo como inspiración para otros destinos en todo el mundo.
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