Ante el contexto climático y medioambiental que vivimos, la agricultura vertical se presenta como una solución innovadora para promover la sostenibilidad en la producción de alimentos. Este enfoque revolucionario permite cultivar productos frescos en entornos controlados, minimizando el uso desmedido de recursos como agua y tierra.
La agricultura vertical permite maximizar la producción en pequeñas áreas, utilizando tecnologías como la iluminación LED y sistemas hidropónicos o aeropónicos. Según un estudio de la Universidad de Agricultura de Tokio, este método puede reducir el consumo de agua hasta en un 90% en comparación con la agricultura convencional.
La ONU estima que, para 2050, la población mundial alcanzará los 9.7 mil millones, generando una necesidad del 70% más de la producción alimenticia. La utilización de espacios urbanos para el cultivo de alimentos contribuye también a disminuir la huella de carbono derivada del transporte.
Además de los beneficios ambientales, la agricultura vertical también promete condiciones laborales dignas, un factor crucial en la transformación del sector agrícola.
Al contratar personal especializado, se pueden ofrecer salarios justos y promover un ambiente de trabajo seguro y saludable. Este modelo de negocio se encuentra alineado con los principios de la agricultura regenerativa, que busca restaurar los ecosistemas y crear sistemas agrícolas sostenibles a largo plazo.
Impulso y crecimiento exponencial de la Agricultura MABO en México: Revolución sostenible
La Agricultura basada en Organismos Multicelulares (MABO) está surgiendo como una respuesta efectiva a los retos actuales, especialmente en México, donde la biodiversidad es rica pero también se enfrenta a desafíos significativos por la urbanización y el cambio climático.
Las técnicas MABO generan alimentos de manera sostenible y promueven la biodiversidad y la salud del suelo, contribuyendo a la resiliencia de los ecosistemas agrícolas.
La preferencia de México por la agricultura orgánica ha aumentado significativamente en los últimos diez años y no hay señales de desaceleración. Productores de todos los tamaños están mejorando la producción en prácticamente todos los cultivos de México.
La demanda de productos orgánicos en nuestro país ha aumentado en los últimos años, en paralelo a una tendencia general hacia una alimentación saludable. Muchos consumidores mexicanos consideran que los alimentos orgánicos son más saludables que los cultivados convencionalmente para evitar daños ambientales y promover mejores suelos y plantas.
La agricultura vertical reduce el uso de fertilizantes sintéticos, pesticidas y otros productos químicos peligrosos. Es por ello que, las autoridades mexicanas han reconocido oficialmente a los agricultores orgánicos que desean utilizar técnicas de producción comercial más intensivas, como la agricultura vertical, y les han brindado protección frente a los agricultores convencionales, sin embargo, aún hay desafíos importantes que cumplir en la materia
