América Latina y el Caribe: hacia ciudades emergentes y sostenibles

América Latina y el Caribe (ALC) se posicionan como la región en desarrollo más urbanizada del mundo, con el 80% de su población residiendo en ciudades.

 

Este fenómeno ha sido especialmente notable en las últimas décadas. Entre 1950 y 2014, la urbanización en la región se aceleró, incrementando la población urbana del 50% al 80%, y se prevé que este porcentaje alcance el 86% para el año 2050.

 

Según el Banco Mundial, esta rápida urbanización ha presentado tanto oportunidades como desafíos, ya que las áreas urbanas son centros de crecimiento económico y movilidad social, pero también enfrentan problemas de infraestructura, servicios básicos y sostenibilidad.

 

Un fenómeno particular en ALC es el surgimiento de ciudades intermedias. En las últimas dos décadas, el crecimiento poblacional y económico se ha concentrado en estas urbes, que están experimentando una expansión acelerada.

 

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) reporta que, en 2020, más de la mitad de la población urbana de la región residía en ciudades de tamaño intermedio, que son fundamentales para el desarrollo sostenible de ALC.

 

Ciudadanía y Sostenibilidad

 

Ante esta realidad, el Programa de Ciudades Emergentes y Sostenibles (CSE) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se ha convertido en una herramienta clave.

 

Este programa ofrece asistencia técnica no reembolsable, apoyando a gobiernos nacionales y subnacionales en la creación y ejecución de planes de acción para el desarrollo urbano sostenible. Su enfoque multidisciplinario permite identificar, organizar y priorizar las intervenciones urbanas necesarias para abordar los obstáculos que enfrentan las ciudades emergentes.

 

El enfoque del CSE se fundamenta en tres pilares esenciales:

 

  1. Sostenibilidad Ambiental y Cambio Climático:

Promover prácticas que minimicen el impacto ambiental y fomenten la adaptación al cambio climático. Un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2021 recomendó que las inversiones en infraestructura verde podrían reducir hasta un 21% los costos relacionados con desastres naturales.

 

  1. Sostenibilidad Urbana:

 

Integrar la planificación urbana con un enfoque en la calidad de vida, la accesibilidad y la inclusión social. Un análisis de la CEPAL destaca que mejorar la infraestructura urbana puede contribuir a elevar el bienestar en un 30% en ciudades de tamaño intermedio.

 

  1. Sostenibilidad Fiscal y Gobernanza:

 

Impulsar una gobernanza efectiva y fiscalmente sostenible que garantice la implementación de políticas públicas eficientes. La gestión adecuada de los recursos fiscales es fundamental para asegurar la continuidad y efectividad de los programas urbanos.

 

La urbanización acelerada de América Latina y el Caribe presenta tanto oportunidades como retos significativos. El Programa de Ciudades Emergentes y Sostenibles es un ejemplo de cómo se puede abordar adecuadamente el desarrollo urbano en esta región, buscando garantizar la sostenibilidad en sus diversas dimensiones.

 

A medida que la población urbana sigue creciendo, es imperativo que los gobiernos y comunidades adopten un enfoque proactivo en la planificación y ejecución de políticas urbanas.

 

La transición hacia ciudades más sostenibles en ALC no solo es fundamental para la calidad de vida de sus habitantes, sino que también es crucial para el bienestar ecológico del planeta. Un compromiso renovado con la sostenibilidad puede llevar a un futuro donde las ciudades emergentes no solo alojen a millones de personas, sino que también prosperen en armonía con su entorno.

 

En este contexto, todos los actores de la sociedad tienen un papel crítico que desempeñar en la construcción de un futuro urbano resiliente y sostenible.

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