La Inteligencia Artificial (IA) se ha presentado como un recurso estratégico para catapultar a México hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la ONU para 2030. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Granada sugiere que el país aún se encuentra rezagado en la aplicación de estas tecnologías en comparación con sus pares latinoamericanos.
A pesar de ser pionero al establecer una agenda nacional de IA en 2018, México, según el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA), se sitúa en el quinto lugar en la región en gestión de IA. Este dato plantea interrogantes sobre el nivel de compromiso gubernamental y la necesidad de acelerar la adopción de tecnologías que podrían ser clave para abordar desafíos cruciales en los ODS.
En contraste con el avance en la industria y la adopción de tecnologías como la robótica industrial, la administración pública federal ha mostrado un interés limitado en la IA, como se evidencia en la eliminación del Foro Consultivo Científico y Tecnológico del Conacyt. Este escenario plantea dudas sobre cómo se están utilizando realmente estas herramientas y si se están maximizando para alcanzar metas sostenibles.
Aunque la IA ha sido mencionada en informes gubernamentales recientes, como el de septiembre pasado, su papel en áreas cruciales como la participación ciudadana, la educación y la industria petrolera ha sido tangencial. La falta de detalles sobre su aplicación y logros deja a la sociedad mexicana sin una visión clara de cómo esta tecnología está contribuyendo concretamente al desarrollo del país.
El potencial de la IA para contribuir a la sostenibilidad es vasto. Desde el uso de drones para la vigilancia de áreas de reforestación hasta la anticipación de posibles desafíos climáticos en áreas urbanas y rurales, la IA podría ser una aliada valiosa en la consecución de los ODS ambientales. Sin embargo, parece que en México se está subestimando este potencial transformador.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) destaca a México como un referente en investigación, pero señala la necesidad de fortalecer infraestructuras, formación profesional en IA, innovación y desarrollo. Además, subraya la importancia de una estrategia integral, gobernanza y regulación para garantizar un desarrollo ético y equitativo en este campo.
En el ámbito agrícola, la IA podría ser un catalizador para la sostenibilidad, especialmente a través de la agricultura de precisión. Este enfoque no solo optimizaría la producción sino que también reduciría el impacto ambiental, contribuyendo así a los ODS relacionados con el hambre cero y el uso responsable de los recursos naturales.
Sin embargo, el país se encuentra en una encrucijada crucial en el ámbito de la IA, ya que las decisiones actuales sobre esta tecnología podrían tener un impacto significativo en su desarrollo futuro. Esto es especialmente relevante dada la dinámica actual del contexto global, donde el crecimiento acelerado en áreas como nearshoring, automatización y servicios financieros brinda al país la oportunidad de liderar la región en la implementación ética y efectiva de la IA para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
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