Fondo para el Medio Ambiente Mundial, ¿qué es y cuáles son sus alcances en favor del planeta?

En un contexto global cada vez más consciente de los desafíos ambientales, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) ha emergido como una herramienta para abordar la pérdida de biodiversidad, el cambio climático, la contaminación y las presiones que afectan la salud de nuestro planeta, tanto en tierra como en océanos.

 

Desde su establecimiento en 1973 por la Asamblea General de las Naciones, el FMAM ha sido la principal fuente de financiamiento del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), iniciativa que se ha dedicado a apoyar a los países en la implementación de los propósitos ambientales de la Agenda 2030.

 

Asimismo, este fondo es utilizado para diversas actividades, como la aplicación de la Estrategia de Mediano Plazo y sus programas, la identificación de nuevos problemas ambientales emergentes, la promoción y concienciación sobre cuestiones ambientales, la creación de capacidad y transferencia de innovaciones tecnológicas, entre otros.

 

Para lograr su labor, el FMAM cuenta con la contribución de los Estados Miembros de las Naciones Unidas. En 2021, se registró una aportación  de US$ 78,5 millones, lo que representa el 15% de los ingresos totales del PNUMA. Los 15 principales contribuyentes aportan más del 90% de los ingresos del fondo.

 

Con subvenciones, financiación mixta y apoyo político, el FMAM brinda asistencia a los países en desarrollo para abordar sus prioridades ambientales más apremiantes y cumplir con los compromisos internacionales sobre medio ambiente.

 

Según datos duros, en las últimas tres décadas, el FMAM ha proporcionado más de USD 22 000 millones y ha movilizado impresionantes USD 120 000 millones en cofinanciación para más de 5 000 proyectos nacionales y regionales.

 

Además, el FMAM trabaja en colaboración con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) para garantizar que los proyectos de desarrollo rural también generen beneficios para el medio ambiente a nivel local y global.

 

Esto se logra mediante la supervisión de la cartera de proyectos del FMAM por parte de la División de Medio Ambiente, Clima, Género e Inclusión Social del FIDA (ECG), que trabaja en estrecha colaboración con los gerentes de programas en los países para diseñar y ejecutar proyectos que fomenten prácticas agrícolas sostenibles y el cumplimiento de los compromisos ambientales asumidos.

 

Un aspecto destacable es la inversión en sistemas alimentarios en pequeña escala para promover el uso sostenible de los recursos naturales y abordar los obstáculos relacionados con la tierra y el agua. En los últimos años, la adaptación comunitaria al cambio climático ha sido una prioridad clave.

 

Los resultados de los proyectos en curso son impresionantes. Se ha mejorado la salud de ecosistemas frágiles mediante la implementación de tecnologías de intensificación sostenibles, infraestructura climáticamente inteligente, agricultura de conservación, agrosilvicultura y otras soluciones probadas.

 

Es importante destacar que estos esfuerzos se enfocan en incluir a las poblaciones rurales marginadas, facilitando su acceso a los derechos territoriales y permitiendo la preparación de planes comunitarios sobre el uso de la tierra.

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